Según un estudio llevado a cabo en Reino Unido por Mindshare, el 68% de los usuarios de smartphones están comenzando a ser “muy selectivos” con las marcas a la hora de compartir sus datos personales. Los que comparten piden experiencias personalizadas.
Pese a que el acceso de las marcas a los datos de sus clientes parece fluir sin toparse sin ningún tipo de obstáculo por el camino, lo cierto en el futuro que aguarda a la vuelta de la esquina los consumidores no serán tan dadivosos con las empresas en relación con su información personal.
Según un reciente estudio llevado a cabo en Reino Unido por la red de agencias de medios Mindshare, el 68% de los usuarios de smartphones están comenzando a ser “muy selectivos” con las marcas con las que tienen a bien compartir sus datos personales.
Y no sólo eso. Además de adoptar una actitud mucho más selectiva con las marcas a las que ceden sus datos, los consumidores son cada vez más conscientes y no quitan ojo al uso que las empresas hacen de su información personal.
No en vano, el 56% de los consumidores tiene el pleno convencimiento de que, una vez dan acceso a las marcas a sus datos personales, éstas deberían tomarse también la molestia de suministrar experiencias más personalizadas.
En su informe Mindshare se aproxima también al espinoso asunto del nuevo reglamento europeo ePrivacy, ese que según algunos podría asestar una puñalada mortal a la publicidad digital.
Pese a lo preocupante que resulta esta nueva norma a ojos de muchos “players” del universo digital, lo cierto es que el controvertido reglamento ePrivacy podría terminar convirtiéndose en una oportunidad para que las marcas mejoren los datos que obran en su poder.
A juicio de Sophie Harding, directora de tendencias e insights de Mindshare, el reglamento ePrivacy redefine el concepto del consentimiento (el que las marcas deben obtener de sus clientes para recopilar y tratar sus datos personales). Y en este sentido fuerza a las marcas a repensar lo que es verdaderamente aceptable en el intercambio de datos entre empresas y clientes y a concebir incentivos verdaderamente interesantes para obtener el consentimiento del consumidor.
Por otra parte, cuando ePrivacy entre en vigor, recalca el informe de Mindshare, a las marcas no les quedará más remedio que dar a los consumidores un mayor control sobre sus datos, permitiendo su acceso a tales datos en cualquier momento y borrando de inmediato cualquier información personal que resulte inexacta o anticuada.
Además, las marcas deberán identificar aquellos datos personales más relevantes y utilizarlos sabiamente pensando en todo momento en reportar beneficios a quien los cede.
Fuente: Marketing Directo